Las torrijas pueden hacerse con pan duro del día anterior o, también, optar por el pan brioche, bastante más tierno y esponjoso. Es un pan resistente y compacto, con mucha miga y nada de corteza con el que conseguiréis unas torrijas exquisitas y muy jugosas.
Desde aquí os animamos a que las hagáis con una sencilla receta: se divide el pan en piezas, unos dos dedos de grosor, mientras, calentamos la leche con azúcar y canela hasta llevarla a ebullición, cuando empiece a hervir se retira y se deja enfriar. Una vez fría, se empapan las rebanadas de pan con la leche aromatizada, a continuación se pasan por huevo batido para freír cada una de ellas, y posteriormente en aceite de oliva, esperamos a que se doren por ambas caras y listas para servir!!